El conjunto rojo cayó 2-1 con el Once Caldas después de un gol de Dayro, quien además le arrebató 20 fechas de invicto.
La tribuna norte, como siempre, parecía un tapete rojo. Sur, como pocas veces sucede cuando el DIM es local, estaba casi llena. Pero el color que predominaba no era el escarlata del cuadro paisa, sino el blanco del Once Caldas.
Cerca de 5.000 aficionados del cuadro caldense, 3.000 llegaron a la capital antioqueña desde Manizales, alentaban al equipo dirigido por Hernán Darío Herrera desde las tribunas del Atanasio.
En el escenario se sentía un ambiente de fiesta. Cada hinchada cantaba con emoción. Los aficionados del Poderoso estaban motivados por cuatro partidos al hilo sin perder que traían los dirigidos por Alfredo Arias. Los hinchas del conjunto blanco por la buena campaña y debido a que Dayro Moreno podía convertirse en el goleador histórico del fútbol colombiano.
Ese fue el motivo principal por el que decidieron viajar por tierra desde Manizales. El otro fue para fortalecer el trabajo colaborativo que vienen haciendo la Rexixtenxia Norte y El Holocausto, uno de los grupos principales de aficionados del “blanco blanco”.
Por eso, dos horas antes de que iniciara el encuentro los miembros de “La Murga” –grupo musical de la barra popular del Medellín– le dieron la bienvenida a la ciudad, entre música, cantos y entrega de aperitivos como sánduches con gaseosa, a sus “hermanos” caldenses, que pusieron sus “trapos” en las barandas del Atanasio y alentaron, con un ímpetu incansable, durante todo el encuentro.
El momento del récord
“¡Dayro, Dayro, Dayro goleador!”, gritó el Atanasio. No solo lo hicieron los hinchas del Once Caldas. También hubo unos del DIM que reconocieron que el delantero nacido en Chicoral, Tolima, se convirtió en el máximo goleador de la historia del fútbol criollo.
Al minuto 89 Moreno, en la única jugada que tuvo clara dentro del área, anotó su gol 225, que fue el tanto que le dio el triunfo 2-1 al Once Caldas en el duelo de la fecha 13. La celebración fue emocionante. Dayro corrió hacia sur. Sus compañeros lo abrazaron. Después mostró la camiseta del récord y se arrodilló. Lloró. 20 años después de que marcó su primer gol en el balompié local, por fin rompió la marca de Sergio Galván Rey.
Lo que hizo Moreno se llevó el protagonismo. Pero desde antes, al principio el partido, el juego fue movido, emocionante. Ambos equipos se acercaron con
peligro al arco rival pero a sus ataques les falto claridad para definir. Los rojos remataron 16 veces de los que ocho tuvieron tuvieron peligro pero solo una termino en gol. El once por su parte, remató 8 veces. Celebró en dos oportunidades.
0 Comentarios